Los museos tienen como misión preservar el patrimonio y hacerlo accesible. Con la impresión 3D, damos nueva vida a objetos perdidos, frágiles o inaccesibles: réplicas fieles o estilizadas. A partir de archivos 3D, escaneos fotogramétricos, fotos de archivo o planos, recreamos estatuas antiguas, herramientas prehistóricas, maquetas arquitectónicas, objetos rituales, piezas arqueológicas, animales extintos o fósiles a tamaño real.
Estas reproducciones pueden ser manipulables, formar parte de exposiciones temporales, usarse con fines pedagógicos o incluso venderse en versión miniatura en la tienda. Resistentes, ligeros, seguros y duraderos, ofrecen una forma inmersiva e inclusiva de contar la historia.